martes, 14 de julio de 2015

¡Lo opuesto al evangelio en las Escrituras, son nuestras "buenas" obras!

Año 6- Devocional # 11   14-julio-2015
Seguimos con el libro, “Viviendo en el poder del Evangelio”  de Jerry Cross

La gracia de Dios no solamente  es para los inconversos, es también para nosotros los creyentes. Colosenses 2:6 dice lo siguiente: “Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en Él”.

Nuestra tendencia es de entregarnos a Cristo de una forma y vivir la vida cristiana de otra forma. De entregarnos a Cristo por Gracia y vivir la vida cristiana por esfuerzo humano. Esa es nuestra tendencia. Pero Colosenses 2:6 nos dice: la vida cristiana se vive exactamente de la misma forma en que la comenzamos por el evangelio. No empieza de una forma y sigue de otra. No empieza por el poder del Espíritu  Santo y termina por el poder humano. ¿No empieza tu vida a base de lo que Cristo ha hecho?, o ¿de lo que Dios ha hecho en Cristo Jesús? y ¿ahora continúa en base de lo que tú haces para agradar y servir a Dios? ¡No! La vida cristiana es obra de Dios, porque la vida cristiana es una vida sobrenatural. Repito, la vida cristiana es una vida sobrenatural. No se puede vivir por esfuerzo humano, ni se puede lograr el fruto del Espíritu Santo en nuestra vida esforzándonos. No existe ni siquiera un aspecto de la vida cristiana que nosotros podamos lograr o producir. Es por eso que tenemos que vivir por fe.

Y ¿qué es el evangelio para el ya convertido? El evangelio es continuar viendo a esa persona gloriosa con quien empezamos y reconocer que Él, todo lo ha hecho por nosotros, y humillarnos a diario delante de Él. Doblamos la rodilla  de nuestro corazón delante de Él y reconocemos día a día que somos pecadores. Como el primer día que le conocimos, reconocemos nuestra gran necesidad diaria de Él. Reconocemos que sin Él, nada podemos hacer. Así es el resto de nuestra vida cristiana. De la misma forma en que recibimos a nuestro Señor Jesucristo, de esa forma, con esa actitud de fe, de arrepentimiento, de  confianza en la obra de Dios en nuestra vida, así vivimos el resto de nuestra vida cristiana.

Lo que es opuesto al evangelio lo encontramos en la mitad de todos los capítulos de los evangelios. Hay un contraste constante en lo que es la obra de Cristo y lo que es el opuesto del evangelio. Se van a sorprender que lo opuesto al evangelio, es lo mejor que existe aquí sobre la tierra, hecho por el hombre. Repito, lo opuesto al evangelio es lo mejor que existe sobre la tierra hecho por el hombre. ¡Lo opuesto al evangelio en las Escrituras son los fariseos!

Continuaremos con el tema……El evangelio es también para los cristianos




Bendiciones
Pbro. Gilberto Flores Elizondo
Pastor de la Iglesia: Camino Verdad y Vida
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Tel: (81) 8352 6165

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miércoles, 8 de julio de 2015

Buenas y malas noticias

Año 6- Devocional # 10   8-julio-2015

Buenas y malas noticias
Seguimos con el libro, “Viviendo en el poder del Evangelio”  de Jerry Cross
Un día, salí un rato a caminar por la tarde y pasé por una iglesia, estaban abiertas las puertas. Entré, porque escuché que el pastor estaba predicando y me quedé unos diez o quince minutos a escuchar su predicación. Me senté atrás para escuchar lo que estaba diciendo y él estaba hablando acerca de las bodas de Canaán, y que la virgen María les dijo a los que allí estaban: Miren, todo lo que el Señor Jesucristo les pida, háganlo.
Su mensaje era: “Obedezcan a Dios, esfuércense, hagan todo lo que esté en su poder para agradarle. Comenzó a mencionar algunas cosas que Cristo dice que hagamos en la Biblia, tal como el amar a nuestros enemigos, en fin. Es decir, su mensaje realmente era: Ustedes tienen el control, y Dios reaccionará en base a lo que hagan ustedes. Pues casi podemos ver a Dios tamborileando los dedos esperando que vamos a hacer para reaccionar.
Esa es la marca de toda religión falsa. Es un hombre-centrismo donde Dios depende de nosotros, en vez de que nosotros dependamos de Él. La religión falsa dice: Dependiendo de lo que nosotros hagamos, eso va a determinar la obra de Dios. “Pero ese no es el evangelio. El evangelio se basa en lo que Dios ha hecho y continúa haciendo. Cuando leemos por ejemplo Juan 19 y llegamos al versículo 30 estando Jesús por expirar y entregar su alma a Dios, Él exclama: “Consumado es”. Cuando recibimos un boleto ya pagado le ponen su sello de “Pagado por Completo” eso es lo que significa esa palabra “Consumado”, pagado por completo, ya no se debe nada. Cristo allí en la cruz compró nuestra Redención y lo pagó todo. Cristo en la cruz, consiguió de tal forma nuestra Redención que nosotros la recibimos por fe como un regalo. Recibimos esa vida eterna como un regalo. Nosotros no podríamos amar a Dios lo suficiente si dependiera su amor por nosotros de amarle a Él primero. Él jamás nos amaría si dependiera de nosotros el amarle, pero es todo al revés, nosotros le amamos a Él, nos dice en 1ª de Juan 4:19, porque Él nos amó primero. Nos amó aún antes de que naciéramos. Él ya conocía nuestros nombres. El Señor Jesucristo murió en la cruz hace dos milenios pensando en ti y en mí. Él tomó la iniciativa y en la cruz exclamó que lo había hecho por completo de tal forma que cuando nosotros compartimos el evangelio con alguien, no le decimos: “primero tienes que arreglar tu vida, poner tus cosas en orden y entonces puedes venir a la cruz y aceptar el regalo de la vida eterna”. No es así, porque Dios lo hizo todo por nosotros en Cristo Jesús. Él puso la base y nos dio al Espíritu Santo para producir en nosotros todo lo que necesitamos para vivir la vida cristiana, por el poder de Dios y no por nuestro esfuerzo humano.
La gracia de Dios no solamente  es para los inconversos, es también para nosotros los creyentes. Colosenses 2:6 dice lo siguiente: “Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en Él”.
Continuará……




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lunes, 1 de junio de 2015

Aunque ande en valle de sombra de muerte

Año 6- Devocional # 09   1-junio-2015
“Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento.” Salmo 23: 4. 
Estas palabras que nos describen la seguridad experimentada en el lecho de muerte, son muy dulces. ¡Cuántas personas las han repetido con intenso deleite en sus últimas horas! Pero el versículo es igualmente aplicable a las agonías de espíritu en medio de la vida.
Algunos de nosotros, como Pablo, morimos diariamente por causa de una tendencia a la oscuridad del alma. En su peregrinación, Bunyan pone al Valle de la Sombra de Muerte mucho antes que el río que fluye a los pies de las colinas celestiales.
Algunos de nosotros hemos atravesado el oscuro y terrible desfiladero de “la sombra de muerte” varias veces, y podemos dar testimonio de que sólo el Señor nos habilitó en medio de sus salvajes pensamientos, sus misteriosos horrores y sus terribles depresiones. El Señor nos ha sostenido y nos ha guardado por encima de todo temor real del mal, aun cuando nuestro espíritu hubiere estado abrumado. Hemos sido estrujados y abatidos, mas sin embargo, hemos vivido, pues hemos sentido la presencia del Grandioso Pastor, y hemos tenido la confianza de que su cayado impediría que el enemigo nos propinara un golpe mortal.
Si el tiempo presente fuera oscurecido por las alas de cuervo de una gran aflicción, debemos glorificar a Dios por medio de una tranquila confianza en Él.


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jueves, 7 de mayo de 2015

Ídolos del Corazón

Año 6- Devocional # 08   7-mayo-2015

Seguimos con el libro, “Vivir en el Poder del Evangelio”

Ídolos del Corazón

Romanos 1:21  Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.

POR NATURALEZA SOMOS IDÓLATRAS 

El capítulo de Romanos 1 muestra que por naturaleza somos idólatras y la razón es que todos necesitamos adorar algo, fuimos creados con ese propósito, y si no adoramos a Dios vamos a poner algo en su lugar, vamos a sustituir al Dios verdadero por dioses a nuestra propia imagen. Estos dioses que vamos a adoptar, prometen mucho; si nuestro dios es el dinero, nosotros pensamos que la felicidad la vamos a tener a través del dinero, y nos dará seguridad en la vida, porque acreditamos que el dinero nos va a dar todo lo que queremos.

Los ídolos no solo prometen pero también se rigen por leyes. Cada vez que tenemos un ídolo, cada ídolo tiene sus propias reglas y leyes, esos ídolos dan promesas y también dan condenas, si nosotros perdemos ese ídolo (el dinero, por ejemplo). Este ídolo nos dice que vamos a morir de hambre, o alguna otra cosa nos va a suceder como castigo. 

Entonces, los ídolos realmente imitan el pacto de Dios, imitan las bendiciones que Dios promete y también la condena que Dios nos ha dado. Los ídolos son imitaciones de Dios y a medida que vamos avanzando, vamos a ver sus características. Lo triste es que a medida que adoptamos un ídolo, llegamos a ser esclavos de ese ídolo. La carta a los Romanos 6:16-17 lo deja muy claro en cuanto al pecado en general. “¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia? Pero, gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados”. 

Necesitamos arrepentirnos de nuestros ídolos. Generalmente nos arrepentimos de nuestras acciones, es decir, nosotros generalmente nos arrepentimos de los pecados de comportamiento. Pero los pecados de comportamiento, la forma en que actuamos y vivimos, generalmente tienen un dios detrás de ellos, y no es el Dios Jehová, no es el Dios Trino. Si sólo nos arrepentimos de nuestros pecados de comportamiento, por ejemplo, mentí o me enojé, vamos a seguir arrepintiéndonos de ese mismo pecado vez tras vez, tras vez, si no nos damos cuenta que hay un dios falso detrás de ese pecado, esclavizándonos e impulsándonos a hacer esas cosas. 

Todo pecado, es el resultado de idolatría de una forma u otra. Cuando Adán y Eva pecaron contra Dios, fue porque querían ser como Dios, esa fue la promesa de satanás, que sus ojos serían abiertos y serían como Dios. Al querer ser como Dios, cayeron en idolatría, ellos querían ser su propio dios. 

¿Qué sucede si sencillamente nos arrepentimos de los pecados de nuestro comportamiento y no nos damos cuenta que hay un dios detrás de ese pecado que está gobernando nuestra vida? Vamos a seguir haciendo lo mismo cada vez que nos encontremos en esa misma situación, vamos a caer. Pero si nos damos cuenta que nuestro arrepentimiento debe ser más profundo de lo que está en nuestro corazón, lo que ha estado gobernando nuestras acciones y nuestra vida, entonces nos vamos a librar del ídolo que nos esclaviza a través del evangelio. 

Al darnos cuenta de eso, estamos llegando a la raíz de nuestro pecado ¿Qué en mi vida tiene más valor que Dios? Miento para proteger ese ídolo, ¿por qué estoy mintiendo? 
Uno no debe arrepentirse solamente de la mentira, debe decir: ¿por qué mentí? ¿Qué estuve protegiendo? Estuve protegiendo mi imagen, mi orgullo, mi vanidad, ¿qué estaba detrás de esa mentira? Detrás de esa mentira existe un ídolo y hasta que no haya enfrentado a ese ídolo, voy a seguir con el mismo problema de la mentira.

Si con el tiempo me arrepiento de haber mentido y me pregunto ¿por qué mentí?, ¿qué estaba yo protegiendo?  Me doy cuenta que mentí porque mi “imagen” estaba en peligro. Entonces mi imagen es un ídolo para mí y tengo que arrepentirme no sólo de mentir sino también de mi ídolo que me esclaviza, solo entonces puede librarse de la mentira. 

Nuestra vida debe ser Cristo-céntrica, pues de no ser así somos idólatras y esclavos de los ídolos.

Seguiremos con este tema del mismo libro en el próximo devocional




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viernes, 10 de abril de 2015

El evangelio es también para los cristianos

Año 6- Devocional # 07   10-abril-2015

Seguimos con el libro, “Vivir en el Poder del Evangelio”

1Corintios 1:29  a fin de que nadie se jacte en su presencia.
30  Más por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención;
31  para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.

Los fariseos son el contraste de la obra cumbre de Dios, la obra de la redención. Ellos son la obra cumbre del ser humano al intentar vivir la vida cristiana por esfuerzo humano.
Los fariseos de hoy generalmente no se encuentran en las cárceles. Generalmente se encuentran en las iglesias. Más bien voy a decir que nos encontramos en las iglesias, porque cuando miro un espejo, veo un fariseo en recuperación (si es que me doy cuenta que soy fariseo). Por la gracia y misericordia de Dios soy un fariseo en recuperación. Me doy cuenta que soy fariseo porque veo más graves los pecados de los demás y yo me veo mejor que ellos.
Es a través del evangelio que todos fuimos justificados, pero es también el medio de la santificación para el creyente. La Santificación no es de una forma y la Justificación de otra. Nuestro crecimiento espiritual depende tanto de la obra de Dios en nuestra vida ahora, como ese instante cuando reconocemos por primera vez la obra perfecta de nuestro Señor Jesucristo en nuestra vida.
De principio a fin, dice nuestro texto (tanto la santificación como la justificación), toda la vida cristiana es obra de Dios. Es por eso que el justo por la fe vivirá. Fe, es la mano del mendigo extendida a Dios para recibir sus Promesas, para recibir lo que Él ha hecho a nuestro favor y sea una realidad en lo más profundo de nuestro ser. El Espíritu Santo aplica lo que Cristo compró en la cruz, y lo hace una realidad cada día, más y más en nuestra vida. Aún a la lectura de la palabra de Dios, hay que aplicarle el Evangelio. Si no estás leyendo con fe, creyendo que es la voz escrita de Dios, y  reconocer que es la obra del Espíritu Santo en nuestra vida la que nos santifica y no nuestro trabajo o nuestro esfuerzo.
Si intentamos ser santos por nuestro esfuerzo diario, sería como subirnos a un bote de vela y soplarle a la vela para avanzar.
Cada aspecto del evangelio y de nuestra Salvación y Santificación es un regalo de Dios que no merecemos, y no podemos producir por esfuerzo propio. Es el mismo evangelio que nos salvó, que transforma la vida del cristiano diariamente. Aplicamos el evangelio a todas las áreas de nuestra vida. Es el evangelio que nos transforma a diario. El evangelio es depender diariamente de Cristo, es depender diariamente de la obra de Dios en nuestras vidas. Cuando miramos  a Cristo hay transformación como nos dice 2ª Corintios 3:18 que con cara descubierta, vemos la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria, a la misma  imagen por el Espíritu del Señor. Al hablar del evangelio, estamos hablando de Cristo, estamos hablando de lo que Él ha hecho y está haciendo en nuestra vida diaria por fe, aunque no lo merecemos, Dios usa el evangelio para transformarnos.
2Corintios 3:18  Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.


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lunes, 30 de marzo de 2015

Autoanálisis; La Soberbia

Año 6- Devocional # 06   27-Marzo-2015

Me pareció importante reflexionar en este tema, ahora que vamos a celebrar un aniversario más de la muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo; lo que predicamos para salvación:
El autor de este comentario es Jerry Cross, autor del libro “Vivir en el Poder del Evangelio” del cual saqué este comentario, lo pueden descargar es libre con permiso del propio autor.

La soberbia


EL PECADO DE SATANÁS FUE EL ORGULLO O LA SOBERBIA. 1ª Timoteo 3:6; Isaías 14:13.  
¿Cuál fue el pecado de Satanás? Satanás un día vino a Dios y lo retó diciendo: Yo soy capaz de sacarte a patadas del cielo y tomar tu lugar, y lo intentó. Para nosotros es difícil imaginarnos a este personaje. Menos mal que él es un enemigo vencido. Nosotros no lo podemos vencer en nuestro poder, pero él ya está vencido. Cuando estamos en Cristo Jesús estamos en la persona que venció a Satanás y sigue venciendo los vestigios de su reino en nuestra vida. La característica principal de Satanás es el orgullo, y una característica principal del Señor Jesucristo es la humildad.  

1. ¿A quién reflejamos más?  
Al examinar mi vida,  es doloroso porque a medida que voy examinándome,  me doy cuenta de que me parezco más al orgulloso Satanás que al humilde Cristo. En realidad, estoy muy lejos de parecerme al Señor Jesucristo. Ahora nos vamos a examinar. La primera pregunta es: ¿a quién me asemejo más? ¿A Satanás, ese ser orgulloso? o me semejo más al Señor Jesucristo. Ese pasaje en Filipenses (2:3) fue escrito para que yo sea como Él es.  

2. He aquí algunas otras ideas para examinarnos a nosotros mismos de manera sincera.  
2.1. La persona orgullosa se enfoca en las faltas y en los fracasos de los demás. (¿Es eso verdad en tu vida?) Personas quebrantadas y arrepentidas están abrumadas con un sentido de su propia necesidad espiritual, ¿Cuál de estas características se asemeja más a la realidad de tu vida? ¿Enfocas las faltas y los fracasos de los demás o estas abrumado con tu propia necesidad espiritual?  
2.2. Los orgullosos tienen un espíritu de crítica, miran las faltas de los demás con un microscopio, pero las suyas con un telescopio, ó “Como en la oración del Padre Nuestro, pueden humildemente perdonar mucho porque reconocen todo lo que se les ha perdonado a ellos”.  
2.3. ¿Te sientes justo, recto y desprecias a los que no están de acuerdo contigo, o estimas a los demás como superiores a ti mismo? (Esto viene directamente del pasaje de Filipenses).   
2.4. Los orgullosos tienen un espíritu independiente  y  autosuficiente, mientras que los humildes tienen un espíritu dependiente, reconocen su necesidad de los demás ¿Cuál eres tú? ¿Cuál soy yo? 
2.5. Los orgullosos siempre tienen que probar que están bien, mientras que los humildes están dispuestos a renunciar a ese derecho y reconocer sus fallas.  
2.6. Los orgullosos reclaman sus derechos y tienen espíritus demandantes. El humilde entrega sus derechos a Dios y tiene un espíritu dócil.  
2.7. Los orgullosos se protegen a sí mismos, protegen su tiempo, sus derechos, su reputación, mientras que el humilde se niega a sí mismo.  
2.8. El orgulloso desea ser servido, el humilde es movido por amor a servir.  
2.9. El orgulloso desea ser exitoso, mientras que el humilde está movido a ser fiel a otros, servir a otros para que ellos sean exitosos.  
2.10. El orgulloso desea su propia promoción, el humilde desea promover a otros.  
2.11. El orgulloso tiene el sentimiento inconsciente de que este ministerio o iglesia es privilegiado de tenerme a mí y a mis dones. Se engrandece al pensar en lo que puede hacer por Dios, mientras que el humilde tiene un sentido de su propia indignidad y está emocionado de que Dios le pueda usar.  
2.12. Los orgullosos se sienten seguros pues saben mucho, los humildes reconocen cuánto les queda por aprender.  
2.13. Los orgullosos se sienten heridos cuando los demás son promovidos y ellos pasados por alto. Mientras que los humildes están deseosos de que otros reciban un crédito y se regocijan cuando otros son promovidos.  
2.14. Los orgullosos están preocupados de lo que los demás piensan, y trabajan para proteger su propia imagen y reputación. Mientras que los humildes piensan: Yo no merezco tener  ninguna parte en ningún ministerio, saben que no tienen nada que ofrecer a Dios, excepto la vida de Jesús fluyendo a través de sus vidas quebrantadas. Lo que les importa no es lo que otros piensan sino lo que Dios sabe de ellos. Están dispuestos a sacrificar su propia reputación por honrar a Cristo.  
Ahora, yo no sé cómo les ha ido hasta ahora en este examen. Pero en cuanto a mí, me ha ido muy mal. Nos quedan seis más.  
2.15. Los orgullosos quieren asegurarse de que nadie descubra su pecado, su instinto es cubrirlo, mientras que los humildes están dispuestos a arriesgarse, son sinceros al relacionarse humildemente sin un espíritu de superioridad con otros. Están dispuestos a ser abiertos y transparentes con otros de sus fracasos, conforme Dios les dirige. 2.16. A los orgullosos les cuesta trabajo decir: Me equivoqué, ¿me podrías perdonar? Mientras que el humilde acepta su responsabilidad y puede ver en dónde se ha equivocado en determinada situación. Acuérdense de los tres pasos del arrepentimiento. Existe un problema y el humilde dice: “Yo soy ese problema”. 
2.17. Los orgullosos son inaccesibles y defensivos cuando son criticados. Sacan las uñas, para defenderse. Los humildes reciben la crítica con un espíritu abierto.  
2.18. Los orgullosos tienen remordimiento de su pecado. Sienten preocupación de que han sido descubiertos y atrapados, mientras que los humildes, una vez quebrantados, no les interesa quien lo sepa o quien los descubra. Están dispuestos a ser expuestos porque no tienen nada que perder al reconocer su verdadera condición delante de Dios.  
 2.19. Los orgullosos se comparan con los demás y se sienten dignos de un honor especial, mientras que los humildes se comparan con la Santidad de Dios y sienten una necesidad desesperada por la misericordia de Dios en su vida.  
2.20. Los orgullosos no creen que ellos mismos tengan necesidad de un avivamiento, pero están seguros de que todos los demás sí lo necesitan, mientras que el humilde se da cuenta de su propia necesidad y tiene una actitud continua de arrepentimiento en su corazón.  

Tengo que confesar que este examen es doloroso para mí. Creo que para cualquier persona que realmente está dispuesta a enfrentar el orgullo de su corazón, es doloroso.  
Necesitamos la gracia de Dios, necesitamos la obra de Dios.

Él es nuestra única esperanza, necesitamos reconocer que existe un problema. Yo soy el problema y Cristo es mi única esperanza. Necesito vivir al pie de la cruz del calvario, reconociendo que Cristo consiguió para mí, todo lo que necesito, todas las bendiciones espirituales están en Cristo Jesús, Efesios 1:3  


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miércoles, 25 de marzo de 2015

Enviaré delante de ti la avispa

Año 6- Devocional # 05   25-Marzo-2015


“Enviaré delante de ti la avispa, que eche fuera al heveo, al cananeo y al heteo, de delante de ti.” Éxodo 23: 28. 
No necesitamos pensar mucho a qué se refiere cuando habla de las avispas. Era el propio ejército de Dios que envió delante de Su pueblo para que picaran a sus enemigos, y Su pueblo Israel conquista fácil.
Con Sus propios instrumentos, nuestro Dios peleará por Su pueblo y hostigará a Sus enemigos, antes de que entren en la batalla propiamente dicha. Con frecuencia, Él confunde a los adversarios de la verdad con métodos en los que el propio pueblo de Dios no tienen injerencia.
El aire está lleno de misteriosas influencias que acosan a los enemigos de Israel. En el Apocalipsis leemos que “La tierra ayudó a la mujer”. No debemos tener miedo nunca. Las estrellas en sus órbitas luchan contra los enemigos de nuestras almas. Muy a menudo, cuando caminamos rumbo al conflicto, no encontramos ningún ejército con quien pelear. “Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.”
Las avispas (Sus armas) del Señor pueden hacer más que nuestras armas. Nunca podríamos soñar con que la victoria fuera obtenida por nuestros propios medios, pero si hay triunfo con los medios que usa Jehová.
Nosotros debemos obedecer nuestras órdenes de marcha y salir a la conquista de las naciones por Jesús, y descubriremos que el Señor ha ido delante de nosotros, y ha preparado el camino, de tal manera que al final confesaremos con júbilo: “Su diestra nos ha salvado, y Su santo brazo.” Salmo 98:1


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