Devocional # 02
27-Enero-2014
Por
eso, así ha dicho el Señor: «Si te vuelves a mí, yo te restauraré, y tú estarás
delante de mí. Si entresacas lo precioso de lo vil, serás como mi boca. ¡Haz
que ellos se vuelvan a ti, pero tú no te vuelvas a ellos!. Jeremías 15:19
El profeta de las lamentaciones
era un siervo escogido del Señor, y ensalzado sobre otros muchos. Fue
aborrecido porque decía la verdad. La palabra, tan dulce para él, era muy
amarga para sus oyentes; por tanto, fue acepto del Señor. Se le mandó
mantenerse firme en su fidelidad, como condición para que el Señor continuara
hablándole. Debía tratar con entereza y verdad a los hombres de su tiempo con
el fin de llevar a cabo la obra de reparación que Dios le había encomendado
entre los apóstatas de su tiempo, y el Señor le dijo: «Serás como mi boca».
¡Qué honor tan grande! Esto es lo que debiéramos desear tanto
predicadores y todo oyentes, cualquier hijo de Dios debe y puede ser como la
boca de Dios, para eso demos ser fieles a la Palabra de Dios ¡Qué
maravilloso es que Dios hable a través nosotros! Nuestra palabra será cierta,
verdadera, pura; servirá de bendición para quienes la reciban, y los que la
rechacen incurrirán en inminente riesgo. Nuestros labios apacentarán a muchos;
despertarán a los que duermen y resucitarán a los muertos.
El mensaje
de la cruz, es el mensaje antiguo y eterno que debemos llevar para salvación de
las naciones:
El que
en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque
no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Juan 3:18
Bendiciones
Pbro. Gilberto Flores Elizondo
Pastor de la Iglesia: Camino Verdad y Vida
Iglesia Nacional Presbiteriana
Tel: (81) 8352 6165
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