Año 6- Devocional # 01 06-Enero-2015
“Porque
sacia el alma menesterosa, y llena de bien al alma hambrienta.” Salmo 107:
9.
Menesteroso: (pobre,
mendigo, indigente, necesitado, paupérrimo, arruinado, miserable),
Es bueno
tener anhelos y buenos deseos de año nuevo, y entre más intensos sean, mejor.
Sobre todo los deseos de ver enaltecida la gloria de Dios, el Señor saciará
esos anhelos del alma, por grandes y por absorbentes que sean.
Anhelemos
grandemente, porque el Señor saciará grandemente. Nunca tendremos el estado
mental adecuado mientras estemos contentos con nosotros mismos, o estemos en
nuestra zona de confort espiritual al no tener anhelos.
Los
deseos de mayor gracia, y los gemidos que no pueden ser expresados, son dolores
propios del crecimiento, y deberíamos desearlos más y más. ¡Bendito Espíritu,
condúcenos a suspirar y a clamar pidiendo las mejores cosas para enaltecer a
nuestro Dios en nuestras vidas, y pidiendo más de lo mejor!
El hambre
no es una sensación placentera. Sin embargo, bienaventurados son los que tienen
hambre y sed de justicia. Estas personas no solamente verán su hambre aplacada
con un poco de alimento, sino que serán saciadas. No serán saciadas con
cualquier tipo de alimento burdo, sino que su dieta será digna del buen Señor,
pues serán saciadas con bien por el propio Jehová. No nos inquietemos porque
anhelemos y tengamos hambre, sino que oigamos la voz del Salmista cuando él
mismo anhela y tiene hambre de ver a Dios enaltecido. “Alaben la misericordia
de Jehová, y sus maravillas para con los hijos de los hombres.”
Bendiciones
Pbro. Gilberto Flores Elizondo
Pastor de la Iglesia: Camino Verdad y Vida
Iglesia Nacional Presbiteriana
Tel: (81) 8352 6165
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