sábado, 5 de noviembre de 2011

La Promesa viva viene de un Dios vivo


                   Devocional # 65                    05 noviembre 2011


Habacuc 2:3  Aunque la visión tardará aún por un tiempo, más se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá; no tardará.

Tal vez en tu vida parezca que tarda la misericordia de Dios; sin embargo, esa misericordia es verdadera y cierta en tu vida. En su sabiduría divina, el Señor ha fijado un tiempo para la manifestación de su poder, y su hora es la mejor.

Nosotros tenemos prisa; la vista de una bendición estimula nuestro deseo y aviva nuestro anhelo. Pero el Señor vendrá a su tiempo con su misericordia y bondad. Nunca llega antes de hora, pero tampoco después.

La promesa de Dios se nos presenta aquí como una cosa viva y real. Su palabra no es letra muerta, como algunas veces nos sentimos tentados a creer, cuando tarda su cumplimiento.

La palabra viva viene del Dios vivo, aunque parezca tardar: No llega con retraso. Ni llega demasiado tarde. Tengamos  paciencia y pronto veremos la fidelidad del Señor. «Ninguna promesa suya se perderá en el silencio».

¡Qué palabras tan consoladoras dirá al oído del creyente! Ninguna promesa de nuestro misericordioso Dios es una letra muerta que no ha sido pagada a su debido tiempo: «No tardará».

Alma mía, ¿no puedes esperar a tu Dios? Descansa en Él y permanece tranquila con inefable calma.

Bendiciones
Pbro. Gilberto Flores Elizondo
Pastor de la Iglesia: Camino Verdad y Vida
Iglesia Nacional Presbiteriana
tel: (81) 8352 6165

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