Devocional # 70 21-Octubre-2013
Los perfectos heredarán el
bien. Proverbios 28:10
El Libro de los Proverbios
es también un libro de promesas. Las promesas para el pueblo de Dios deberían
ser consideradas como proverbios. Y aquí tenemos una promesa digna de ser
meditada.
Estamos acostumbrados a
creer que los bienes terrenales son reversibles y aquí se nos enseña que los
tenemos como una herencia. Ni la astucia, ni la mala fe de nuestros enemigos
podrán arruinarnos: ellas mismas caerán en la fosa que han cavado.
Nuestra herencia se halla
tan asegurada, que nadie podrá privarnos de ella, ni engañarnos para que la
perdamos. ¿Qué tenemos ahora? Poseemos la sangre preciosa de Cristo que nos da
la tranquilidad de conciencia; el amor de Dios es nuestro que no sufre
variaciones ni cambios. Tenemos el gran medio de la oración por la cual podemos
susurrarle a su oído; tenemos la providencia de Dios que vela sobre nosotros,
su Santo Espíritu que nos santifica cada día y mora en nosotros. Todo esto es
nuestro. «Sea lo presente, sea lo porvenir, todo es nuestro». Jesús es nuestro:
la divina Trinidad nos pertenece.
¡Aleluya!, Espera y
desecha, todo temor, toda queja, todo llanto, toda tristeza, porque somos
herederos del bien. Vivamos en Dios y en su consuelo, alegrémonos en Él todo el
día. Ayúdanos, Espíritu Santo a alegrarnos en Él!
Bendiciones
Pbro. Gilberto Flores Elizondo
Pastor de la Iglesia: Camino Verdad y Vida
Iglesia Nacional Presbiteriana
tel: (81) 8352 6165
o
web site: www.inpcaminoverdadyvida.org
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