jueves, 9 de mayo de 2013

Súplica individual; desde el lecho del dolor



Devocional # 57    9-Mayo-2013

Súplica individual; desde el lecho del dolor

Salmo 41:
1¡Dichoso (Bienaventurado) aquél que piensa en los pobres! En los días malos el Señor lo ayudará.
2 El Señor lo cuidará y le dará vida, lo hará vivir feliz en la tierra, y no lo dejará caer en manos de sus enemigos.
3 Cuando esté enfermo, el Señor lo sustentará; suavizará sus males mientras recobra la salud.
4 Yo le pido al Señor que me tenga compasión, que me sane, pues he pecado contra él.
5 Mis enemigos hablan mal de mí, y dicen: «¿Cuándo morirá? ¿Cuándo será olvidado?»
6 Si vienen a verme, sólo dicen sandeces; guardan en su mente las malas noticias, y en cuanto salen a la calle las divulgan.
7 Todos los que me odian se unen contra mí y sólo piensan malas cosas. Hasta dicen:
8 «Lo que tiene es cosa del demonio; cayó en cama, y no volverá a levantarse.»
9 Aun mi mejor amigo, en quien yo confiaba, el que comía conmigo, me ha traicionado.
10 Pero tú, Señor, ¡ten compasión de mí! ¡Devuélveme la salud, y les daré su merecido!
11 Con esto sabré que soy de tu agrado: si mi enemigo no llega a burlarse de mí.
12 Y a mí, ¡sostenme por causa de mi integridad! ¡Permíteme estar en tu presencia para siempre!
13 ¡Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, por los siglos de los siglos! ¡Amén y Amén!

Este Salmo 41, como varios otros, contiene varios estilos. La primera parte es una enseñanza sapiencial. La segunda parte es una súplica o lamento (vv. 4-9) y la última una acción de gracias y alabanza. Todo el Salmo también puede considerarse un salmo de acción de gracias del salmista después de haber sido sanado por Dios.

La  pregunta que se puede hacer es: ¿por qué se incluye este tema social con la súplica del salmista enfermo? Se han dado varias respuestas. El salmista quiere mostrar el contraste con la actitud de los enemigos de Dios; ellos se aprovechan para hacer más daño al débil. También quiere enseñar a sus oyentes que se preocupen de otros que caigan en la misma situación que él describe en los vv. 4-9. Algunos sugieren que un sacerdote hubiera dado esta enseñanza (vv. 1-3) al principio de la súplica, o quizá con la implicación que él que estuvo enfermo, recibió la misericordia de Dios porque él había sido misericordioso con otros. Por cierto, la combinación de temas como aquí se ve, no debe llevarnos a ver incompatibilidad entre estos temas, al contrario, a los que adoramos a Dios debe preocuparnos el bienestar de nuestro próximo.

(9). “Aun mi mejor amigo, en quien yo confiaba, el que comía conmigo, me ha traicionado”, Parte mesiánica de este salmo: unió de los temas principales de este Salmo es la traición de Judas a Jesús; Zac 11:12-13; Y Zacarías nos da Un relato detallado de esta traición al Mesías, LA VENIDA DEL MESíAS. David, autor del Salmo 41, vivió cerca de 500 años antes de Zacarías y este a su vez, más de 500 años antes de Cristo, lo que podemos deducir que David profetizó esto 1,000 aC. Sin embargo, las palabras de estos dos hombres (David y Zacarías), conforman una sola profecía, que se cumplió en todo detalle. David profetizó que un amigo de confianza sería el traidor del Señor y Judas Iscariote, uno de los doce, le traicionó (Mat_26:14-16; Luk_22:1-6). Zacarías fue más allá, ya que especificó la cantidad que sería pagada al traidor, prediciendo también que sería arrojada en el templo y usada para comprar un lote de tierra. Cada punto se cumplió en detalle: Los principales sacerdotes le dieron a Judas 30 monedas de plata (Mat_26:15); Judas, debido a su remordimiento, devolvió el dinero y lo tiró en el templo (Mat_27:5); entonces, los sacerdotes lo usaron para comprar el campo del alfarero (Mat_27:6-10). El cumplimiento de esta profecía, hasta en sus más mínimos detalles, constituye un verdadero testimonio de la soberanía divina y su intervención en los asuntos humanos.

El v. 14 es una doxología litúrgica que cierra el primer libro o colección del Salterio, (Libro primero: Salmos 1-41), la parte atribuida por la tradición al Profeta Rey. Los dirigentes de las asambleas litúrgicas responderían a los deseos de salvación del salmista asociándolo a los destinos del propio pueblo Israel, vinculado en sus destinos históricos, pasados y futuros, a Yahvé como Dios Soberano. Claro que no podemos añadir nada a la bendición de nuestro Dios, pero como pueblo respondemos en gratitud a Su bendición, gritando Amén, Amén;
Amén está tomado de la palabra hebrea cuya raíz se halla en las palabras «verdad» o «fiel», y que en el NT se traduce comúnmente como «verdadero o fiel y verdadero».

Por 2 semanas a partir de este domingo 12 voy a estar fuera de la ciudad; por lo que no podré mandar los devocionales de esas semanas

Bendiciones
Pbro. Gilberto Flores Elizondo
Pastor de la Iglesia: Camino Verdad y Vida
Iglesia Nacional Presbiteriana
tel: (81) 8352 6165

                           o
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