sábado, 5 de octubre de 2013

El que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.



Devocional # 68    5-Octubre-2013

Gálatas 6:8 El que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.

Alguien pensará que sembrar es una ocupación vana porque depositamos buen trigo en la tierra y ya no lo vemos más. Sembrar para el Espíritu puede también parecer una quimera, un sueño, porque nos negamos a nosotros mismos y en apariencia nada recibimos. Pero si sembramos para el Espíritu procurando vivir para Dios, obedeciendo su voluntad, haciendo todo para su gloria y no fomentando nuestra gloria, nuestra siembra no será en vano.

La vida será nuestra recompensa: cosecharemos la vida eterna según nos dice el apóstol Pablo. Ahora bien, esta vida la poseemos tan pronto como comenzamos a conocer a Cristo, entramos en comunión con Él, y nos gozamos con Él. Esta vida sigue su curso como un río que va ensanchándose y profundizando hasta llevarnos al océano de la felicidad infinita donde la vida de Dios nos pertenece para siempre.

No sembremos hoy para nuestra carne porque la siega será corrupción, ya que la carne siempre nos lleva a eso; al contrario, debemos luchar contra nuestra carne, vivamos para fines más elevados, más puros y espirituales, buscando la gloria de nuestro Dios por la obediencia a su Espíritu de gracia.

La versión Reyna Valera Contemporánea (RVC), nos dice: 8 El que siembra para sí mismo, de sí mismo cosechará corrupción; pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna.

Sembrar para la carne es sembrar para nosotros mismos, nuestro ego, si sembramos para cualquier otra cosa que no sea para el Espíritu, será sembrar para la carne para nuestro ego y cosecharemos corrupción.

¿Cómo vamos a sembrar para el Espíritu?, el apóstol Pablo nos sigue diciendo: 9 No nos cansemos, pues, de hacer el bien; porque a su tiempo cosecharemos, si no nos desanimamos. 10 Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.

¡Qué siega tan admirable será la siega de la vida eterna! ¡Qué gavillas de bendición eterna recogeremos!

¡Qué día de fiesta el día de la siega tan hermosa! ¡Señor, concédenos por amor de tu Hijo, que seamos del número de estos afortunados segadores!



Bendiciones
Pbro. Gilberto Flores Elizondo
Pastor de la Iglesia: Camino Verdad y Vida
Iglesia Nacional Presbiteriana
tel: (81) 8352 6165

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