martes, 31 de julio de 2012

El Rey de Gloria


Devocional # 30      31 de julio 2012
Salmos 24
El Rey de Gloria
1 ¡Del Señor son la tierra y su plenitud! ¡Del Señor es el mundo y sus habitantes! 2 ¡El Señor afirmó la tierra sobre los mares! ¡El Señor la estableció sobre los ríos! 3 « ¿Quién merece subir al monte del Señor? ¿Quién merece llegar a su santuario?» 4 «Sólo quien tiene limpias las manos y puro el corazón; Sólo quien no invoca a los ídolos ni hace juramentos a dioses falsos. 5 Quien es así recibe bendiciones del Señor; ¡Dios, su salvador, le hace justicia!» 6 Así son todos los que te buscan, los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob. 7 « ¡Ustedes, puertas, levanten sus dinteles! ¡Ensánchense ustedes, puertas eternas! ¡Ábranle paso al Rey de la gloria!» 8 « ¿Y quién es este Rey de la gloria?» « ¡Es el Señor, el fuerte y valiente! ¡Es el Señor, el poderoso en batalla!» 9 « ¡Ustedes, puertas, levanten sus dinteles! ¡Ensánchense ustedes, puertas eternas! ¡Ábranle paso al Rey de la gloria!» 10 « ¿Y quién es este Rey de la gloria?» « ¡Es el Señor de los ejércitos! El Señor es el Rey de la gloria!»
24 Este salmo consta de tres partes:
a).- Un breve himno o canto de alabanza al Dios creador (v. 1-2);
b).- Una instrucción sobre las cualidades requeridas para adorar en el templo (v. 3-6)
c).- Y un poema que celebra la instalación del Arca del pacto en Jerusalén. La mayoría de los teólogos concuerdan en que este episodio es cuando  trasladan el arca de la casa de Obed-Edom hasta el monte Sion, (2 Samuel 6).

4 El que no ha elevado su alma a cosas vanas: modismo hebreo que indica una actitud de adoración. Más que acercarse con una pureza que nosotros no podemos alcanzar por nuestros medios, sino es más bien ir en una actitud de adoración o temor reverente sabiendo que solo Él (Cristo), nos puede aceptar como somos por medio de Su Obra redentora en la cruz. En los Salmos y en los escritos proféticos se llama "vanidad o soberbia" a los ídolos paganos, por ser dioses "vanos" o vacíos. Véase Sal 115.4-8.

7 ¿Quién es el Rey de Gloria? El Rey de gloria, identificado además como Jehová de los ejércitos o comandante de las fuerzas celestiales, es el eterno, santo y poderoso Mesías. Este salmo no es solo un grito de batalla para la iglesia. Es también una mirada a la futura entrada de Cristo en la nueva Jerusalén para reinar para siempre Apocalipsis 19:11-21 (http://www.youversion.com/es/bible/rev.19.rvc).

Vengamos a adorar a Cristo con esta actitud reverente, sabiendo que solo a Él debemos adorar, pues nos ha dado vida con su muerte y resurrección, el Salvador muere para que los muertos tengamos vida en Su resurrección.


Bendiciones
Pbro. Gilberto Flores Elizondo
Pastor de la Iglesia: Camino Verdad y Vida
Iglesia Nacional Presbiteriana
tel: (81) 8352 6165

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lunes, 23 de julio de 2012

El Señor es mi pastor


Devocional # 29      23 de julio 2012

Salmos 23
El Señor es mi pastor
1 El Señor es mi pastor; nada me falta. 2 En campos de verdes pastos me hace descansar; me lleva a arroyos de aguas tranquilas. 3 Me infunde nuevas fuerzas y me guía por el camino correcto, para hacer honor a su nombre. 4 Aunque deba yo pasar por el valle más sombrío, no temo sufrir daño alguno, porque tú estás conmigo; con tu vara de pastor me infundes nuevo aliento. 5 Me preparas un banquete a la vista de mis adversarios; derramas perfume sobre mi cabeza y me colmas de bendiciones. 6 Sé que tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días de mi vida, y que en tu casa, oh Señor, viviré por largos días.

Este es un Salmo al que todos hemos acudido, ya sea por fortaleza, ya sea por tristeza, o simplemente como un recordatorio de lo nuestro Dios es:
El testimonio dividido en tres, nada me faltará (1), no temeré mal alguno (4) y moraré (6) encuadra al Salmo, dividiéndolo en tres partes: La oveja y el Pastor (1–3), el viajero y su compañero (4) y el invitado y el anfitrión (5, 6), enseñando respectivamente la providencia de Dios, asignando las experiencias de la vida, su protección en el camino de la vida y su provisión ahora y siempre.

1–3 Estos versículos enfocan una experiencia de abundancia (prados de tiernos pastos), paz (aguas, lit. “de todo tipo de descanso”) y renovación (confortará mi alma, ver 19:7).

La frase mi pastor da una aplicación muy personal del Salmo. Dios cuida y dirige con amor a cada una de sus “ovejas”. Así cada persona puede confiar en él.

Nada me faltará es consecuencia de la primera línea. Porque Dios es mi pastor no tengo que temer, pues él siempre proveerá lo necesario. Hemos de confiar y descansar en él completamente. El NT enseña que él quiere que pidamos lo que necesitamos cada día.

El principio detrás de nuestras experiencias es que Él escoge sendas de justicia para nosotros, sendas que “él aprueba”, o tienen sentido para él. En esto actúa por amor de su nombre, de acuerdo con su carácter.

El Salmo nos hace recordar los actos de Dios en el pasado y nos señala hacia Jesucristo que es nuestro buen pastor. Juan 10:11  Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.

Tenemos a este Gran Pastor de las ovejas, a quien podemos acudir en cualquier circunstancia, ¿qué esperas para acudir a Él?


Bendiciones
Pbro. Gilberto Flores Elizondo
Pastor de la Iglesia: Camino Verdad y Vida
Iglesia Nacional Presbiteriana
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jueves, 12 de julio de 2012

Grito de angustia y canto de alabanza


Devocional # 28      12 de julio 2012


Grito de angustia y canto de alabanza
Recomiendo la lectura de todo el Salmo 22, aquí pongo la liga, no lo pongo todo por cuestión de espacio:  

Salmos 22 (RV contemporánea)
1 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¿Por qué estás tan lejos, y no vienes a salvarme? ¿Por qué no atiendes mi clamor?
2 Dios mío, te llamo de día, y no me respondes; te llamo de noche, y no hallo reposo.
3 Tú eres santo, tú eres rey; tú eres alabado por Israel.
4 Nuestros padres confiaron en ti; en ti confiaron, y tú los libraste.
5 A ti clamaron, y fueron librados;


El Salmo 22 surge de una experiencia de sufrimiento muy intenso. El que sufre se siente muy solo, abandonado, pero puede seguir confiando en Dios. Esta es una experiencia de David, pero no podemos limitar el Salmo a su contexto original; seguramente mira hacia adelante al Mesías sufriente. El salmista no hubiera entendido plenamente esta aplicación al Mesías, pero su propio sufrimiento prefiguraba el de Cristo y su poesía era profética porque era inspirada por el Espíritu de Dios. Según Pedro (Hechos 2: 30-31), David: Siendo, pues, profeta y sabiendo que Dios le había jurado con juramento que se sentaría sobre su trono uno de su descendencia, y viéndolo de antemano, habló de la resurrección de Cristo... como el que estaría sentado para siempre en el trono de David

Las súplicas o lamentos individuales forman el grupo más numeroso del salterio. Surgen de tres tipos de circunstancias:
1) acusaciones falsas u opresión de los enemigos
2) penitencia por pecado personal
3) enfermedad o incapacidad.

Para entender mejor el salmo podemos ver 2 grandes divisiones:
vv. 1-21 como “El poder de las tinieblas”
Y los vv. 22-31 como “El gozo de la victoria”

Alguna experiencia de David de sufrimiento personal inspiró este Salmo, David ve hacia el futuro en forma profética para asentar algo del sufrimiento que espera al más grande de sus hijos (Cristo). Al ver ese sufrimiento de Cristo, lo que iba a padecer por nosotros, proféticamente exploró ese sufrimiento singular, la paz llegó a David (28) El reinado es del Señor, y él gobierna a todas las naciones”, esa paz le llegó a David al saber que Dios gobierna las naciones, puede llegarnos a nosotros en nuestras frecuentes y desesperantes tribulaciones. Nosotros en lugar de ver al futuro, debemos ver al pasado al mismo punto que vio David y ver ese mismo sufrimiento que Jesús soportó por nosotros,  y decir como dijera el profeta Habacuc:

(3:18)  yo me alegro por ti, Señor; ¡Me regocijo en ti, Dios de mi salvación! 19  Tú, Señor eres mi Dios y fortaleza. Tú, Señor, me das pies ligeros, como de cierva, y me haces andar en mis alturas. (RV Contemporánea)


Bendiciones
Pbro. Gilberto Flores Elizondo
Pastor de la Iglesia: Camino Verdad y Vida
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jueves, 5 de julio de 2012

“Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán”


Devocional # 27      05 de julio 2012

“Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán”

Sal 126:5  Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. 6  Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla;
 Más volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.


Juan 12:24  De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto. 25  El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará. 26  Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.


Es una historia real que se encuentra en el libro Fresh Power (Poder Fresco) de Jim Cymbala. Al leerlo no pude evitar pensar en muchos amigos y conocidos que han atravesado o están atravesando momentos difíciles y dolorosos; experiencias que los alejan de Dios porque el dolor es profundo y prolongado.

Esta historia nos muestra que los caminos de Dios son mucho muy distintos a los nuestros; tanto que muchas veces ni cuenta nos damos de la grandeza de sus planes por enfocarnos en nuestro entorno inmediato. Con esto no quiero decir que el sufrimiento de cada persona debe ser minimizado, ignorado o descartado. Debemos acompañarnos unos a otros en todo momento, y en especial durante momentos de crisis. Lo que quiero sugerir es que en todo momento podemos tener la certeza de que Dios utiliza cada momento - difícil o alegre - para su gloria. Que lo disfruten.

"En 1921, una pareja de misioneros llamados David y Svea Flood con su hijo de dos años fueron de Suecia al corazón de África - que en ese entonces se llamaba el Congo Belga. Ellos se encontraron con otra pareja joven, también de Escandinavia, los Erickson. Entre los cuatro buscaron la dirección de Dios. En esos días de mucha ternura, devoción y sacrificio, ellos creyeron que el Señor los enviaba a establecer la principal estación misionera en un área remota. Ese fue un gran paso de fe.

En la villa de N'dolera ellos se sintieron rechazados por el jefe, quien no les permitía entrar a su pueblo por temor de ahuyentar a sus dioses. Las dos parejas decidieron vivir en una ladera a poco menos de un kilómetro para construir sus propias chozas de barro. Ellos oraron por una apertura espiritual, pero nada pasó. El único contacto que ellos tenían con los habitantes era un chico pequeño, a quien se le había permitido que les vendiera pollos y huevos dos veces por semana. Svea Flood - una mujer pequeña, 1.40 mts de altura - decidió que si él era el único africano con quien ella podía hablar, ella trataría de llevar a este chico a Jesús. Y de hecho, ella lo logró. Pero no hubo ningún otro estímulo.

Mientras tanto, la malaria continuó golpeando a diferentes miembros de la familia, uno tras otro. En cierto tiempo los Erickson decidieron que habían sufrido lo suficiente y abandonaron la estación central para regresar a su tierra. David y Svea Flood se mantuvieron cerca de N'dolera para continuar solos. Entonces, en medio de todo, Svea quedó embarazada en medio de este desolado y primitivo lugar. Cuando llegó el tiempo del alumbramiento, el jefe de la aldea se suavizó lo suficiente como para permitir que una partera le ayudara. Nació una pequeña niña que fue llamada Aina.

Sin embargo, el parto fue extenuante y Svea Flood estaba ya débil por luchar contra la malaria. El proceso de alumbramiento le demandó mucha de su energía. Svea logró vivir 17 días más. Algo se quebró dentro de David Flood en ese momento. El excavó una tumba tosca, sepultó a su esposa de 27 años, y entonces llevó a sus hijos de regreso de la montaña a la estación de la misión. Dando a su hija recién nacida a los Erickson, gruñó, 'Me regreso a Suecia. He perdido a mi esposa y obviamente no puedo cuidar de esta niña. Dios ha arruinado mi vida.' Con eso, salió de la puerta, rechazando no solo su llamado, sino también a Dios.

En menos de ocho meses los dos Erickson contrajeron una enfermedad misteriosa y los dos murieron con unos días de diferencia. La nena fue entregada a unos misioneros americanos quienes ajustaron su nombre sueco a 'Aggie" y con el tiempo la llevaron a los Estados Unidos cuando ella tenía tres años. Esta familia amó a la pequeña y temían que si ellos intentaban volver a África, algún obstáculo legal los pudiera separar de ella. Así que decidieron quedarse en Estados Unidos y cambiar de un trabajo misionero a un ministerio pastoral. Así fue como Aggie creció en Dakota del Sur.

En su juventud, ella asistió a la Universidad Bíblica del Centro Norte en Minneapolis donde ella conoció y se casó con un joven llamado Dewey Hurst. Los años pasaron. La nueva familia Hurst disfrutaba de un ministerio fructífero, y Aggie dio a luz a una hija y posteriormente a un hijo al tiempo que su esposo era nombrado presidente de una universidad cristiana en el área de Seattle. Aggie estaba intrigada de encontrar tanta herencia escandinava en esa región.

Un día apareció una revista religiosa sueca en su buzón. Ella no tenía idea quién la había enviado, y por supuesto no podía leerla. Pero al hojearla, una foto la detuvo totalmente. Había una cruz blanca en un escenario primitivo - y en la cruz se leían las palabras SVEA FLOOD. Aggie se subió a su auto y fue directo con un profesor de la universidad que, ella sabía, podía traducir el artículo. '¿Qué dice?' preguntó ella. El instructor resumió la historia: Se trataba de dos misionero quienes habían ido a N'dolera hacía mucho tiempo... el nacimiento de una bebé blanca... la muerte de una madre joven... el niño africano que había aceptado a Jesús... y cómo, después de que los blancos se habían ido, el pequeño había crecido y logrado persuadir al jefe de la aldea para que le permitiera construir una escuela en la aldea. El artículo describía cómo gradualmente él llevó a sus estudiantes a Jesús... los niños llevaron a sus padres a Jesús... hasta el jefe se había vuelto cristiano. Hoy hay 600 creyentes cristianos en esa aldea... Todo por el sacrificio de David y Svea Flood.

Para el 25° aniversario de bodas de los Hurst, la universidad le obsequió a su director, Dewey, un viaje para la pareja a Suecia. Ahí Aggie se dedicó a buscar a su verdadero padre. David Flood, ahora un hombre viejo, se había vuelto a casar, había criado a cuatro hijos y en general había disipado su vida con alcohol. Recientemente había sufrido un ataque. Todavía amargado, él había dado una orden a su familia: 'Nunca mencionen el nombre de Dios - porque Dios me quitó todo.'

Después de una reunión emocional con sus medios hermanos y media hermana, Aggie, dijo que quería ver a su padre. Ellos dudaron. 'Puedes hablar con él' ellos dijeron, 'aunque él ya esté muy enfermo ahora. Pero debes saber que cada vez que él escucha la palabra Dios, él se vuelve furioso.' Eso no disuadió a Aggie. Ella entró en el pequeño departamento, había botellas de alcohol por todos lados, y ella se acercó a al hombre de 73 años que estaba recostado en la arrugada cama. '¿Papá?' dijo ella cautelosamente. Él se volvió y comenzó a llorar. 'Aina,' dijo, 'nunca fue mi intención el entregarte a otras personas.' 'Está bien, papá,' ella contestó, abrazándolo tiernamente. 'Dios me cuidó.'

El hombre se tensó. Cesaron las lágrimas. 'Dios se olvidó a todos nosotros. Nuestras vidas han sido como han sido por su culpa.' Se volvió y miró a la pared. Aggie acarició la cara de su padre y dijo sin titubear. 'Papá, tengo una pequeña historia que contarte, y es real. No fuiste en vano a África. Mamá no murió en vano. El niño a quien guiaste a Jesús creció y ganó a toda la aldea para Jesús. La semilla que plantaste creció y creció. Hoy hay 600 personas sirviendo al Señor porque fuiste fiel al llamado de Dios en tu vida... Papá, Jesús te ama. Nunca te ha odiado.'
El anciano se volvió y miró a su hija a los ojos. Relajó su cuerpo y comenzó a hablar. Al finalizar la tarde, él había vuelto al Dios que había resentido por tantas décadas. Padre e hija disfrutaron juntos cálidamente los siguientes días. Aggie y su esposo regresaron a Estados Unidos - y en las siguientes semanas, David Flood había ido a la eternidad.

Unos años después, los Hurst estaban asistiendo a una conferencia de evangelismo de alto nivel en Londres, Inglaterra, cuando llegó un reporte de Zaire (anteriormente el Congo Belga). El superintendente de la iglesia nacional, representante de unas 100,000 personas creyentes, habló elocuentemente del avance del evangelio en su país. Aggie no pudo evitar preguntarle si alguna vez él había escuchado de David y Svea Flood.

'Sí, señorita,' respondió el hombre en francés, mientras alguien traducía sus palabras. 'Svea fue quien me llevó a Jesús. Yo era el niño que les llevaba comida a tus padres antes de que nacieras. De hecho, la tumba de tu madre y su memoria son honradas por todos nosotros hasta hoy.' Él la abrazó un largo rato entre sollozos. Él continuó, 'Debes venir a África para ver, porque tu madre es la persona más famosa en nuestra historia.'

Con el tiempo, Aggie Hurst y su esposo lo hicieron. Ellos fueron recibidos por multitudes que aplaudían. Ella llegó a conocer al hombre que había sido contratado por su padre hacía muchos años para llevarla cuesta abajo en un tipo de cuna-hamaca. Pero el momento más dramático, por supuesto, fue cuando el pastor acompañó a Aggie a ver la cruz blanca que marcaba la tumba de su madre. Ella se arrodilló y oró dando gracias. Más tarde, ese día, en la iglesia, el pastor leyó de Juan 12:24: 'Ciertamente les aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, se queda solo. Pero si muere, produce mucho fruto.' Prosiguió con el Salmo 126:5 'El que con lágrimas siembra, con regocijo cosecha."
Hay tantas historias también en la Biblia; Abraham, Noé, José, Job, Daniel y sus amigos, Esther, etc. Que en su momento pasaron angustias, tristeza, dolor, pero su esperanza era que su historia estaba dentro de la Historia sublime de nuestro Dios.
Nuestra historia quizá no sea tan dramática o a lo mejor si o más, lo importante es que tengamos fe y puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Hebreos 12:2 

Espero que esta historia haya traído alivio a las personas que están sufriendo en estos momentos - o que lo traiga en momentos futuros. No siempre va a ser fácil o inmediato el reconocerlo. Para David Flood fueron décadas, y al final supo que Dios tenía un plan mucho más grande que lo que él jamás pudo haber imaginado. Pero para Job fue diferente. Él nunca llegó a saber las razones de su sufrimiento. Sin embargo, podemos estar seguros de que Dios es fiel y su obra es maravillosa. Él entreteje cada evento de nuestras vidas y las restaura. Eso es algo en lo que podemos confiar.

Confiando en la bondad de nuestro Padre.

Quiero dejar el crédito a mi primo que leyó esta historia y nos la compartió, se llama; Guillermo Bernáldez F.

Bendiciones
Pbro. Gilberto Flores Elizondo
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